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Bartolomé Seguí

Bartolomé Seguí No recuerdo muy bien donde descubrí la obra de este autor balear, no sé bien si fue en las ilustraciones que hizo para las portadas del suplemento infantil El Pequeño País que coleccionaba cuando era un chavalín, o en las páginas de la desaparecida revista El Víbora con su serie Lola y Ernesto o alguna de sus historias cortas en el mítico Cairo de Joan Navarro, la verdad es que no lo recuerdo con claridad. Lo que si que recuerdo es que su estilo me ha gustado desde siempre. Sus excepcionales dotes como narrador y su inconfundible estilo que combina la línea clara y las manchas de tinta a la perfección, han hecho que con el paso de los años Bartolomé Seguí se ha ido convirtiendo en uno de mis dibujantes españoles favoritos.
Bartolomé Seguí Nicolau, nació en Palma (1962), y sus trabajos como historietista han sido publicados en revistas como El Víbora, Cairo, El Jueves, Metropol, Madriz, Esquitx, Medios Revueltos, InJuve, RifiRafe, Tretzevents, Kiss, Creativa, Nosotros somos los muertos. Su trabajo como ilustrador ha visto la luz en publicaciones como El País, El Pequeño País, Diario 16, Avui, Última Hora, SurExpréss, El Observador y Set Dies.
La mayoría de sus obras se han acercado al género costumbrista, como podemos comprobar en su primer álbum editado por la desaparecida Complot, A salto de mata (1989) álbum que recopilaba la primera aventura del detective Simón Feijoo, al que un año después se le uniría otro nuevo álbum Lola y Ernesto, en esta ocasión editado por Ediciones La Cúpula (1990), al que seguiría Luigi es Luis (Ed. Milán, 1991), y cinco años más tarde vería la luz Locus de Barna (1996) pequeño cuadernillo editado por la independiente El Pregonero en el que se recopilaban historias cortas protagonizadas por un grupo de amigos barceloneses, y en el que en sus páginas el lector podía visitar la Ciudad Condal sin moverse de su sillón.
Tras muchos años de olvido editorial, Edicions de Ponent decide enmendar ese error y reedita las tiras de prensa portagonizadas por Simón Feijoo que Seguí dibujó para el diario El Observador con guiones de Carles Santamaria, recopiladas en el álbum Cohibas Connection (2001). Un thriller con algunos toques costumbristas, en el que el detective viaja a la Cuba de Fidel y se ve envuelto en una vibrante aventura.
En la última página del álbum se nos anunciaba ¿Coca o ensaimada? (2003), álbum escrito en esta ocasión por el propio dibujante y en el que se nos presenta una nueva aventura protagonizada por Simón Feijoo en la que el peculiar detective se verá envuelto en un caso que le llevará desde los bajos fondos de Barcelona a las playas baleares.
Un año más tarde vería la luz El Sueño de México (2004), uno de los últimos trabajos del dibujante, que cuenta con un magnífico guión de Ramón de España y que es sin duda uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. El Sueño de México narra una road-movie en viñetas y en la que se nos narra la historia de Óscar, que regresa a Barcelona y arrastra a su viejo amigo Carlos a un viaje que les llevará de Barcelona a Menorca mientras son perseguidos por dos matones que buscan algo que Óscar les ha robado en una historia con un frenético ritmo cinematográfico. Un estupendo tebeo que para un servidor supuso uno de los mejores tebeos españoles del año pasado y que injustamente no ha sido nominado como mejor obra del 2004 en los Premios del Salón del Cómic de Barcelona en detrimento de otras obras de menor calidad.
El último trabajo aparecido en las librerías del dibujante ha sido su colaboración en el libro colectivo en homenaje a las víctimas del 11-M, títulado 11-M: Once Miradas (2005) editado por Edicions de Ponent y que salió a la venta el pasado mes de marzo.
Espero ver pronto más trabajos publicados de este estupendo dibujante, para aguantar la espera merece la pena dar un paseo por su página web y mirar algunas de sus ilustraciones para descubrir que además de ser un gran dibujante y narrador, Bartolomé Seguí es también un excelente ilustrador.

Continuará...

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